Mediación: perdiendo los nervios y su relación con el parafraseo
Que se vaya caldeando el ambiente hasta derivar en gritos durante el relato del conflicto no es excepcional. Está extendida la sensación de que quién grita más en una discusión es quién lleva razón. Hay ánimo de desprestigiar a la otra parte, nos obcecamos en que se equivoca por eso y por lo otro e, incluso, a veces nos olvidamos de ofrecer nuestros contraargumentos. Defendemos nuestra postura mientras la otra parte se empeña en defender la suya. Nosotros estamos tan obnubilados por nuestro discurso, mientras la otra parte sigue con su propio monólogo, que hasta es posible que estemos buscando la palabra certera para hacer daño.
En mediación eso también pasa y mucho. Al principio la presencia un tercero (y un cuarto si es una comediación) suele cortar los ánimos, pero, de repente,