Para los que llevan algún tiempo en esto de la valoración del daño personal según el Baremo de tráfico, seguro que saben perfectamente que la “fórmula de Balthazard” es el método para cálculo de la puntuación de algunas secuelas. Pero aun así, se suele escapar una sonrisilla al oír dicho nombre, ya que, fonéticamente, suena muy parecido a “Baltasar”, el insigne Rey Mago. Y aunque a este último se le ha relacionado con los daños personales al ser denunciado allá por el año 2010, por darle un caramelazo a una asistente a una cabalgata (Auto del Juzgado de Instrucción Huelva, n.º 4, de 26 de junio de 2010), y creo recordar que incluso en algún pronunciamiento judicial el Juez o Jueza le llega a confundir con el mismo, no se trata del mismo personaje. De hecho, la fórmula toma su nombre del especialista en Medicina Legal francés Víctor Balthazard, y en las siguientes líneas se va a tratar de explicar en qué consiste.