Ryanair enfrenta cancelaciones masivas de vuelos y posible multa millonaria

 

Así es, el viernes 15 de septiembre llegó «a las mejores salas» la noticia tan esperada por la competencia de Ryanair (sobre todo por Norwegian), la cancelación de 50 vuelos diarios hasta finales de octubre o, lo que es lo mismo, la anulación de cerca de 2.000 vuelos durante las seis semanas que durará la «planificación para la mejora de la puntualidad».

– ¿Planificación para la mejorar de la puntualidad? Yo tenía entendido que era por un fallo en la organización de las vacaciones de los pilotos.

Ni una cosa ni la otra. La compañía irlandesa, que este 2017 había alcanzado récords logrando ser la primera aerolínea europea en transportar 1.000 millones de pasajeros desde su creación en 1985, debe este incidente precisamente al mismo motivo por el que ha logrado ser lo que es, su política de costes.

¿Cuáles son los elementos característicos de esta política de costes? En primer lugar, el salario de sus pilotos y tripulantes de cabina respecto a sus competidores directos. Mientras que Ryanair paga 51.000€ de media a su plantilla, Vueling e EasyJet pagan a la suya una media de 65.000€ y 67.000€ respectivamente. A esto, debemos añadir las condiciones laborales, independientemente del salario, a las que están sometidos algunos trabajadores. Precisamente, en una entrevista concedida por el piloto que comenzó la ya conocida «fuga de pilotos» al periódico El Mundo, nos encontramos hechos tan insólitos como el que han sufrido algunos trabajadores durante años, teniendo que trabajar sin estar dados de alta en la Seguridad Social e incluso, pagar sus impuestos fuera de España porque los aviones de Ryanair se encuentran registrado en Irlanda.

Hechos tan inverosímiles además de los ya conocidos por gran parte de los pasajeros, como pueden ser el pago adicional de un segundo equipaje de mano, el coste discordante por seleccionar un asiento en el vuelo, así como los cargos desproporcionados por cambios de nombre en los billetes, que puede resultar más caro que la compra inicial, han dado lugar a la grave situación que atraviesa la compañía irlandesa, algo que, dependiendo de las medidas que tome Michael O’Leary, consejero delegado de la aerolínea, podrá empeorar con el paso de las próximas semanas.

Sin ir más lejos, el Ministerio de Fomento, a través de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), ha abierto este jueves 28 de septiembre un expediente a Ryanair tras el anuncio de nuevas cancelaciones hasta marzo de 2018, lo que supone un perjuicio para cerca de 400.000 pasajeros. Debemos recordar que los derechos de todo pasajero se encuentran recogidos tanto en el Convenio de Montreal como en el Reglamento 261/2004 para casos de denegación de embarque, cancelaciones de vuelos, pérdidas de equipaje, cambios de clase, así como retrasos superiores a 3 horas, donde debemos atender también a la distancia del vuelo y a los demás daños que puedan llegar a producirse fruto del transporte aéreo.

Nadie sabe como acabará todo este entramado, sin embargo, la mencionada AESA ha determinado la posibilidad de que Ryanair puede llegar a enfrentarse a multas de hasta 4,5 millones de euros, algo que deberá sumarse a las pérdidas ocasionadas por las reclamaciones de los propios pasajeros, los cuales poseen un derecho de compensación inalienable que da lugar a indemnizaciones de entre 250 y 600 euros, dependiendo de los criterios mencionados anteriormente.

Veremos que acogida tiene por parte del público estos estrenos y si al final Ryanair consigue batir nuevamente récords, quizá esta vez de pérdidas.

Para ampliar información sobre retrasos, cancelaciones y pérdidas de equipaje en relación al transporte aéreo, os recomendamos nuestra guía temática publicada en septiembre de 2017, con formularios, doctrina y la jurisprudencia más destacada: