El 21 de enero, coincidiendo con la fecha de aprobación de la Recomendación n.º R (98)1, sobre Mediación Familiar, aprobada por el Comité de Ministros del Consejo de Europa el 21 de enero de 1998 en su 616.ª reunión, se conmemora el Día Europeo de la Mediación, una excelente fecha para reflexionar sobre la situación de esta herramienta adecuada de resolución de conflictos en España.
No cabe duda de que pese a encontrarse respaldada por una Ley, y por un Reglamento que la desarrolla, así como por numerosa normativa autonómica, no termina de calar en el ciudadano de a pie, que aún se pregunta para qué sirve la mediación.
Este año, volvemos a enfrentarnos a este mismo problema, la mediación es invisible para el grueso de la sociedad, e incluso me atrevería a decir que hasta para muchos mediadores. Pienso en la persona que empieza a trabajar con una compañía de seguros, y renueva sus pólizas con esta aseguradora, o comienza en una entidad bancaria y se abre una cuenta, o empieza en un concesionario, y adquiere un vehículo de la marca, pero no es el caso de los mediadores. ¿Cuántos mediadores conocen que recurren a la mediación cuando tienen un problema?
Me planteo esto tras haber sido testigo en varios foros de especialistas en mediación de los malentendidos que produce la palabra escrita, y se resuelve, o cuestionando la profesionalidad del interlocutor porque o no piensa, o no está de acuerdo con la opinión de la otra parte, o dando un portazo metafórico.
Decimos que los mediadores poseemos herramientas necesarias para apaciguar fuegos y poder construir un puente entre posiciones encontradas, nos hacemos eco del refranero español diciendo que hablando se entiende la gente porque nuestra mejor “arma” es la palabra, pero si nosotros tenemos un problema, ¿actuamos eludiendo el conflicto? Los problemas se solucionan hablando, no dejándose de hablar.
Ante este panorama, parece evidente que muchos mediadores están (estamos) suspensos en una de las cualidades que marcan la diferencia del mediador, la empatía. Quizás sería un buen propósito para este año recién estrenado mejorar esta habilidad, nuestra capacidad para comprender el universo emocional de la otra persona, ser claros y decir qué nos pasa y cómo verbalizar la forma en la que nos sentimos, tal como ayudamos a los mediados a expresarse en nuestras sesiones, tal como somos en esas sesiones: tolerantes y no absolutos.
La práctica de la mediación nos demuestra que las intenciones al realizar un acto pueden ser diametralmente opuestas a lo que finalmente percibe la otra parte, mucho más si la palabra está escrita, con ausencia de entonación de voz, y otro tipo de lenguaje gestual que nos confirme o no nuestra impresión.
Cada persona es única, con experiencias únicas y por tanto, la vivencia del mismo hecho es diferente en cada persona, como mediadores debemos hacer el esfuerzo de comprender que nuestra interpretación de los hechos no tiene porque ser la mejor, y existe una amplia gama de posibilidades.
Ante estas situaciones tenemos la oportunidad de practicar entre nosotros mismos además de la empatía, el resto de herramientas que hemos ido adquiriendo en nuestra formación, sintiéndonos escuchados y comprendidos, y rebajando la intensidad del conflicto.
Cuando sintamos en nosotros mismos los beneficios que la mediación aporta, participaremos en su difusión de otra manera, podremos ofrecer más argumentos que apoyen su utilización y sin darnos cuenta habremos obtenido más soltura en el uso de la escucha activa, la legitimación, la reformulación, la alternancia en la utilización de cada tipo de preguntas, la empatía, de modo que seamos más eficaces de cara al público.
Parafraseando el slogan de una campaña política, ¿no creen que a los mediadores, hasta ahora, nos ha faltado un poquito de piel.? Pues “sentémonos” a hablar en ese foro donde surgió la disputa, vayamos poco a poco desgranando los matices del conflicto y difundamos la mediación desde nuestra propia experiencia.
¡Feliz día a todos los mediadores, y simpatizantes de la mediación!
PD: Hoy en redes se celebra una campaña de difusión de la mediación bajo la etiqueta: #DiaEuropeoMediacion, ¡Participa!