World Mediation Summit: Mediadores Unidos

 

Hace unos días finalizó de la mano de Kevin Brown y todo su equipo organizador uno de los congresos de mediadores a nivel internacional más reconocido: el World Mediation Summit.

A lo largo de cuatro intensos días, profesionales de reconocido prestigio de todos los ámbitos y nacionalidades interesados en la mediación, han puesto de relieve el diferente ritmo al que evoluciona la mediación en las diferentes regiones del mundo. Desde algunos países donde ésta ha sido la corriente principal desde hace ya varios años, hasta aquellos lugares donde la mediación está en sus prolegómenos, necesitando de un mayor esfuerzo por parte de las Instituciones y los profesionales para que obtenga reconocimiento.

Se han presentado los casos de Canadá y Australia, en este último llama la atención que sin tener una normativa específica que acredite a los mediadores, si está contemplada la mediación, como herramienta adecuada, de tal modo que los tribunales derivan formalmente a mediación y después investigan que es lo que han hecho para evitar que sea un mero trámite, bordeando los límites del principio de Voluntariedad, pero sin vulnerarlo y midiendo las intenciones de mediar o no a los efectos de las costas.

Además se expusieron los ejemplos de Italia y Francia con la introducción de la mediación obligatoria , y se estudió la evolución de éste método de resolución adecuada de conflictos en países con una idiosincrasia tan dispar entre sí como son Suecia, Egipto, India, Andorra y Reino Unido. En las ponencias finales también se hizo un análisis de la experiencia colombiana que combina mediación- conciliación, la mexicana, argentina o la portuguesa.

Se hna explorado prácticamente todos los campos dónde la mediación tiene cabida, en todas sus corrientes, y a nivel internacional: desde las disputas en Kosovo, pasando por Afganistán en su vertiente más Harvard, el conflicto palestino-israelí con una apasionada intervención de sus respectivos embajadores, que provocaron que muchos de los asistentes se quedaran con las ganas de levantarse e intentaran mediar con las herramientas que proporcionan las Escuelas de Folguer, Sara Cobb, la mediación sistémica, o la interdisciplinaria de Daniel Bustelo.

Cómo utilizar la mediación policial con un fin preventivo, las posibilidades que ofrece la mediación on line, o como sacar beneficio en su aplicación en las organizaciones. También se han visto los aspectos culturales de la mediación aplicado a un conflicto vecinal, los beneficios de la mediación penal dentro de la Justicia restaurativa, la experiencia española en la mediación intrajudicial, la aplicación de herramientas de LEGO en un caso de mediación familiar, y como superar el concepto de mediación escolar a mediación educativa para dotar a las nuevas generaciones de instrumentos que en el futuro les ayuden a resolver conflictos de forma positiva, han sido otros de los temas que han sido desarrollados a los largo de las Intervenciones de los ponentes.

 

En el Congreso también se dio voz a otros colectivos que de una u otra manera están vinculados con esta profesión, educadores, trabajadores sociales, psicólogos, notarios, abogados y jueces tienen mucho que aportar al desarrollo de la mediación. Y también se dio voz a la incidencia que tiene la formación en la profesionalidad de los mediadores y en el desarrollo de esta disciplina.

Resumir en un post las más de 63 intervenciones y los talleres ofrecidos resulta complicado, pero si quería destacar algunas de las ideas que fueron reiteradas, al menos a nivel nacional.

– Por un lado se reivindicó más unión de todos los profesionales de la mediación en aras de poder llegar a más ámbitos de la ciudadanía y favorecer la difusión de esta herramienta. Que la gente sepa que también puede resolver sus problemas cotidianos o puntuales a través de esta vía, pues sigue siendo un muro contra el que nos chocamos y seguiremos chocándonos si seguimos haciendo lo que hasta ahora.

Respecto a esta demanda, habría que destacar varias cosas, por un lado los mediadores estamos unidos bajo un mismo logotipo desde hace un año y medio, y también hay que destacar que se han dado los primeros pasos para esta unión a través de comidas, cafés, campañas mensuales en redes sociales y puntos de encuentro físicos y virtuales, quiero señalar la labor del grupo creado en facebook #mediaciónporderecho, dónde se intercambian experiencias de mediación, y se analizan las herramientas de trabajo que funcionan, o que no han dado resultado en determinadas situaciones, aunque aún no llegan a colmar la necesidad de difusión al resto de la población. Quizás debamos dar un paso más.

En los coloquios no oficiales, los descansos entre ponencias, se llegó a la conclusión de que la mayoría de los mediadores viven en la disyuntiva de trabajar de forma residual y voluntaria en la mediación, por lo que carecen de ese tiempo necesario para fomentar esas reuniones, pero si queremos que los beneficios de la mediación lleguen a todos, tendremos que pedirnos un pequeño esfuerzo más.

– Por otro lado es el momento de dejar el voluntariado atrás, no es que no sea bueno, pero una vez que se constatan los beneficios que aporta, hay que empezar a dotar de relevancia a esta profesión, aunque sea con una aportación simbólica.

Los mediadores conocemos de sobra los beneficios, pero de manera sucinta, y no por orden de importancia creo que es interesante que la sociedad valore que:

Cuesta menos dinero

Resuelvo en poco tiempo

Se que voy a ganar

Nadie me va a juzgar, ni va a opinar sobre mi

Puedo hablar y desahogarme

Tendré menos angustia y dolor

Tengo toda la información para no equivocarme

Es confidencial

Nadie me obliga

Puedo ser creativo inventándome mi solución

Puedo volver a hablar con esa persona