Los errores médicos son inevitables en la asistencia sanitaria. Sin embargo, la reducción del gasto sanitario, la falta de personal y el colapso en Atención Primaria, entre otros factores, están agravando estos errores. Muchos de estos errores son el resultado de una negligencia médica. El número de negligencias médicas en España se ha disparado en los últimos años, pasando de los 10.509 casos registrados en 2020 a los 13.611 casos del año pasado, de los cuales 71 se relacionaron con la muerte de los pacientes. Por este motivo, no es de extrañar que cada vez más abogados tengan que enfrentarse a casos de negligencia médica o mala praxis.
La negligencia médica se produce cuando el personal sanitario no sigue los protocolos o estándares médicos exigibles, ya sea por inacción, descuido o acción inadecuada, causando algún tipo de lesión, daño o perjuicio al paciente. Nos referimos a errores, los cuales, en esencia, podrían y deberían haberse evitado. En este tipo de casos, los pacientes tienen derecho a una indemnización.
Una negligencia médica puede ocurrir en cualquier etapa de la atención sanitaria, desde el error en el diagnóstico de una afección o enfermedad hasta la falta de seguimiento adecuado durante o después del tratamiento. Estos son los tipos de negligencias médicas más habituales a día de hoy:
No hay dos casos de negligencia médica iguales. Por este motivo, el abogado especializado debe estudiar en profundidad cada caso, junto a un equipo de peritos médicos especialistas, y recopilar toda la información y documentación necesaria para valorar de forma adecuada la viabilidad de la reclamación y determinar el coste del procedimiento por negligencia médica. También calcula la indemnización que te corresponde como víctima, dependiendo de los daños causados, días de baja, secuelas y otros factores que entran en juego a la hora de determinar la indemnización por negligencia o mala praxis.
Ante este tipo de casos lo primero que deben considerar los abogados es dónde se ha cometido la negligencia médica, ya que hay que distinguir entre centros de salud públicos y centros de salud privados. Existen diferentes tipos de procedimientos según el ámbito de la negligencia médica.
Cuando la negligencia se produce en un centro de la Sanidad Pública, los abogados deben realizar una reclamación por responsabilidad patrimonial. Este procedimiento administrativo tiene un plazo máximo de un año a partir de la fecha de ocurrencia de los hechos/daño.
Cuando la negligencia médica se produce en un centro de salud privado, los abogados deben realizar una demanda por responsabilidad civil. La demanda se presenta ante la jurisdicción civil, y el plazo de prescripción de la mala praxis fluctúa entre el año y los 15 años a partir de la fecha de ocurrencia de los hechos/daño.
En cualquier caso, tanto para las negligencias médicas ocurridas en los centros de salud públicos y centros de salud privados, existe la posibilidad de acudir a la jurisdicción penal.
Cada abogado especializado en negligencias médicas tiene su propio sistema para calcular sus honorarios. Por norma general, los abogados cobran un porcentaje de la indemnización en caso de que se obtenga un acuerdo o una sentencia condenatoria. Esto se conoce como pacto de cuota litis. De esta forma, los honorarios del abogado dependen del resultado del pleito. Además, en algunos casos, los abogados asumen el coste de los profesionales que suelen intervenir en el proceso, como los peritos médicos. Al fin y al cabo, el principal objetivo de los abogados especialistas en negligencias médicas debe ser defender los derechos de las víctimas de una mala praxis.