En el Día Europeo de la Mediación, ¡felices mediaciones! Y un regalo

Hace 22 años, un 21 de enero de 1998, y tras la experiencia probada de casi 40 años en el continente americano, fue aprobada una Recomendación por el Comité de Ministros del Consejo de Europa cuyo objetivo pretendía disminuir la confrontación, la ira, la frustración y tristeza que generan determinados conflictos que no terminaban de obtener una respuesta satisfactoria por las vías judiciales tradicionales.

La Recomendación n.º R (98)1 aconsejaba la introducción del mecanismo de la mediación familiar en los asuntos derivados de esta materia proteger la subsistencia de las relaciones familiares.

Y la mediación empezó a buscar su hueco muy lentamente entre los países europeos con desigual éxito, y es que costaba modificar un sistema con profundas raíces y que apenas ha tenido cambios sustanciales desde su creación, pero con una mayor relevancia a medida que transcurría la primera década del recién estrado siglo.

Y también llego a España. Y como cualquier procedimiento legal, la mediación se reguló en la Ley 5/2012 de 6 de julio y en su Reglamento de desarrollo RD 980/2013, de 13 de diciembre, y además contó con una extensa y prolija regulación a nivel autonómico.

Toda esta normativa pretende dar solución a multitud de conflictos, que solemos resolver normalmente a través de la vía judicial, pero utilizando otro camino.

Pero, ¿por qué se insistió en fomentar la mediación? Porque nadie mejor que quien convive con el conflicto conoce todos los entresijos del mismo, o lo que es lo mismo, es la persona idónea para encontrar una solución satisfactoria para todas las partes en liza.

La forma de hacerlo (como se viene haciendo desde tiempos remotos, pero sin profesionalizar), es mediante el diálogo, pero no un diálogo cualquiera, sino un diálogo asistido por un mediador que cuenta con una formación completa, que incluye aspectos legales y psicológicos, y que va encauzando el mismo para evitar discursos inútiles, centrándose en lo provechoso de la conversación.

Expuestas todas las cuestiones que rodean al problema, y con todas las opciones a la vista, la persona que acude a mediación puede resolver sin temor a equivocarse.

Entre las muchas ventajas de la mediación, destaca que puede iniciarse antes de iniciar la vía judicial, durante la sustanciación del juicio, con interrupción de plazos, o al finalizar este, aunque es más recomendable realizarla previamente, en aras de disfrutar de otras ventajas que ofrece, como el ahorro de costes y el ahorro emocional.

Hoy Día Europeo de la Mediación, es un día perfecto para acercarnos a esta herramienta, y ver qué ventajas puede aportar a nuestra tarea diaria.

Para celebrar fecha tan señalada, desde Sepín hemos elaborado un ebook gratuito con Cuestiones prácticas sobre la mediación a tener en cuenta por los abogados, ¡Esperamos que os guste!