10 preguntas que deben plantearse ante un divorcio

 

1. ¿Quiere lo mejor para sus hijos y que no les afecten las consecuencias del divorcio?

Los hijos suelen ser considerados las mayores víctimas de la separación. Su mundo y el hogar que hasta entonces habían conocido se vienen abajo sin que nadie les pida opinión.

Sus reacciones en forma de tristeza, ansiedad o mutismo, el grado de sufrimiento de cada niño, o los modos de asumirlos dependerá mucho de la edad, la personalidad del pequeño, y del contexto familiar (intensidad y duración del conflicto entre los progenitores, mudanzas, cambio de escuela, situación económica, etc.).

En mediación, a pesar de ser un procedimiento legal,  se consigue aflojar la tensión y el conflicto que genera una separación en los padres, de modo que pueden dar salida a sus emociones y poner el foco en el bien de los hijos, lo que favorece un entorno familiar y social menos hostil, minimizando las consecuencias emocionales que de esas situaciones se deriva.

2. ¿Necesita resolver la situación cuanto antes?

Alargar la situación cuando se ha tomado la decisión de divorciarse solo consigue hacer más dura la situación y aumentar el sufrimiento tanto para quienes viven el momento en primera persona, las partes, como para las personas que lo viven de cerca: los hijos, los familiares cercanos, etc.

Acudir a juicio, pese a los esfuerzos que se llevan a cabo, no suele ser rápido. La mediación puede conseguir que se logren preacuerdos mínimos en lo más urgente, con algunas pautas que se pueden ir readaptando según las necesidades, y en unas pocas horas, una vez que todos los participantes han acordado una fecha de reunión, lo que proporciona la seguridad necesaria para ir avanzando en el proceso sin añadir más problemas.

3. ¿Hay algún interés en mantener alguna relación con la otra parte (hijos, negocios, relaciones laborales…)?

Las batallas judiciales suelen perjudicar las relaciones personales que existían previamente y, en ocasiones, el procedimiento también afectará a las relaciones con terceros.

En mediación, las partes interesadas se sientan juntas y colaboran para encontrar una solución, por ello es más probable salvar esa relación.

4. ¿Preferiría mantener algún aspecto del divorcio de forma confidencial?

La mediación es completamente confidencial, como obliga el art. 9 de la Ley de Mediación 5/2012, de 6 de julio, y está respaldada por una declaración de las partes involucradas, que se comprometen a preservar dicha confidencialidad, por ello queda garantizada la discreción del conflicto tratado en el proceso.

5. ¿Es importante que conste alguna disculpa de la otra parte?

 Una disculpa implica el reconocimiento de la lesión con una aceptación de la responsabilidad. Dada la situación de vulnerabilidad de quien la efectúa, no suele darse con facilidad. No obstante, en mediación se crea el espacio óptimo para que se puedan producir.

6. ¿Es importante controlar el resultado del divorcio?

La vía judicial obliga a delegar la responsabilidad en un Juez, mientras que, en mediación y dentro de los márgenes de la Ley, son las partes quienes conservan el control de cualquier decisión para resolver sus diferencias.

7. ¿Hay algún aspecto que cree importante y que, tal vez, no será suficientemente discutido durante un juicio?

La mediación ofrece un espacio para tratar todos los asuntos que, sin ser el grueso del conflicto, sí inciden directa o indirectamente en él. Dado que se ofrecen respuestas personalizadas, son las partes las que deciden qué temas son importantes tratar para resolver el conflicto.

8. ¿Es posible que la eventual decisión del Tribunal sea difícil de aplicar?

A veces no es fácil cumplir las decisiones judiciales que se han dado para resolver un conflicto por varias razones, por ejemplo, por la falta de medios económicos. En mediación no existen las mismas dificultades porque se ofrece la posibilidad de resolver disputas de maneras distintas a las convencionales, sorteando esas circunstancias. Dado que el acuerdo se hace en colaboración con las partes involucradas, tiene una tasa de cumplimiento muy alta.

9. ¿Tiene suficientes medios de prueba para apoyar sus pretensiones ante un juicio?

En algunos casos, la decisión de un Juez puede ser diferente de la que pensábamos, y eso es debido a la imposibilidad de mostrar pruebas que argumenten nuestra petición. En esos casos la mediación puede ser beneficiosa para las partes, ya que no está limitada por la ley procesal.

El proceso judicial de familia tiene unas normas. Acota lo que debe resolverse de una forma muy rígida (básicamente uso de la vivienda, guarda y pensiones) y ateniéndose a lo que se pueda probar, sin entrar a valorar quién es el bueno o el malo, o quién ha soportado o sufrido más o menos. El Derecho de familia, por mucho que sea Derecho y de familia, llega hasta donde llega. Se dicta una sentencia y al día siguiente la familia la sigue.

10. ¿Tiene alguna duda sobre el resultado del juicio en algún aspecto?

Con la mediación, las partes conservan el control sobre cualquier decisión para resolver sus diferencias.