¡Que las doce uvas no te quiten los doce puntos!

En estos días de fiestas se presenta casi imposible no tomar una copa, dos, o tres o para algunos no caer en el exceso y no celebrar con nuestros seres queridos alguna alegría: desde el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo a los Reyes Magos, el fin y comienzo de un año nuevo o simplemente el premio del gordo -aquellos afortunados entre los que desgraciadamente no me encuentro-.

Siempre suele ser habitual en mi despedida a los alumnos de la Universidad la advertencia de los riesgos que supone la dicotomía alcohol-conducción y quizás este recordatorio dirigido a alumnos de 20 años que son los consumidores por excelencia de las fiestas del 31 de diciembre debemos hacérnosla extensiva a todos.

Aún a riesgo de parecer un aguafiesta se hace necesario recordar los efectos del alcohol en la conducción como pone de manifiesto la propia DGT: