Coronavirus y procrastinación: La técnica “Pomodoro”

Óscar Yeves Millán

Socio-director en MRC International Training

Noticias, Llamadas, Miedo, WhatsApp, Muerte…. Ninguno de los españoles hoy en 2022 hemos vivido una situación de confinamiento como tal, ni siquiera los pocos mayores que quedan que vivieron la guerra en su niñez.

El Covid-19, coronavirus para la familia, ha irrumpido en nuestras vidas; ha entrado por la puerta grande del estado de bienestar y nos ha arrinconado “entre los estrechos muros” de nuestras casas. El confinamiento obligado por ley, que en un principio nos sumió en la desesperación, fue transformado en una oportunidad de ordenar, limpiar y poner al día todas las tareas domésticas que hemos postpuesto durante años: armarios con ropa de hace varias temporadas, alacenas con latas de alimentos caducados, estanterías con libros que no leemos… La capacidad de adaptación del ser humano a situaciones extremas es asombrosa. ¿Quieres asombrarte aún más? Retoma la lista de buenos propósitos y haz las tareas que vamos postergando año tras año bajo la excusa de “a ver si encuentro un momento, un rato, un día…” la satisfacción que se te queda tras la tarea realizada es enorme.

De nuevo la procrastinación. Ya no podemos echar la culpa al tiempo, ahora tenemos todo el tiempo del mundo. ¿Qué podemos hacer?

Según los últimos estudios de psicólogos de la conducta o gurús del mindfulness como Leo Babauta, la técnica “Pomodoro”i es el método más adecuado para empezar a realizar las tareas domésticas (o laborales) que postergamos y poder terminar con éxito esas obligaciones que nunca llegamos a finalizar del todo.

Empezaremos poniendo el móvil en modo avión. Utilizaremos el cronómetro para que nos vaya avisando en secciones de tiempo de 25 minutos, seguidos de 5 minutos de descanso, con pausas más largas cada cuatro pomodoros. Lo primero será centrarnos: durante 2 minutos nos sentaremos y haremos respiraciones lentas pero profundas para situarnos en el aquí y en el ahora. Una vez pasados los 2 minutos, cuando suene la alarma, escribiremos de manera ordenada una lista de tareas a realizar que nos quedan pendientes. Acto seguido, le dedicaremos 25 minutos a la primera tarea y aquí viene tu elección personal: cuando suene de nuevo la alarma podrás continuar con esa tarea o si realmente te resulta tan incómoda y hastía, pasarás a la siguiente por otros 25 minutos hasta terminar la lista y volver a empezar por la tarea nº 1 hasta completar las 2 horas de reloj. (Puedes reanudar 4 pomodoros por la tarde). Con 2 horas al día y el cambio de tareas podrás dejar tu casa tan ordenada como las estanterías de una biblioteca. Truco: pon tu música preferida de fondo mientras haces tus tareas y no se te ocurra encender el teléfono.

Aunque esta técnica será útil para mejorar la productividad, desde Sepín somos conscientes de que en julio todos tus clientes, de repente, se acuerdan de ti  y te falta tiempo. ¿Sabes que con nuestra base de datos general te simplificamos la vida para que saques la máxima rentabilidad? Pruébala una semana sin compromiso y, cuando ya conozcas de primera mano todas sus ventajas, aprovecha nuestra oferta de verano, ¡con más de un 35% de descuento!